“COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR. Cap III.- Introducción al concepto de Represión"

Hasta aquí hemos visto la parte clínica y descriptiva relacionada con el olvido y la repetición. La pregunta que surge es ¿Por qué se olvida?

Es importante considerar que en 1914, año en que Freud escribe este texto, toda la teoría freudiana estaba construida sobre el principio de placer, es decir, sobre el supuesto de que el aparato psíquico busca un equilibrio energético lo más bajo posible: el displacer se relaciona con un aumento de energía y el placer corresponde a una descarga de la excitación acumulada. En este sentido, el acto repetitivo constituiría una descarga del aparato psíquico. Este concepto cambia de rumbo en 1920, en “Mas allá del Principio de Placer”, donde introduce la pulsión de muerte y lo traumático.

En base a este concepto de 1914, es que interesa entender la etiología del olvido y del acto repetitivo.

¿Qué es el olvido? ¿Qué es la memoria? ¿Por qué se recuerda una cosa y no otra? ¿Por qué de un mismo hecho, cada uno recuerda algo diferente?


Si bien existen diversas teorías sobre la memoria, el olvido en psicoanálisis tiene que ver con otros mecanismos psíquicos particulares, frente a los cuales Freud establece ciertas distinciones. 

El olvido de impresiones, escenas y sucesos, muchas veces se reduce a una “retención” de los mismos, lo que implicaría que solo fueron dejados de lado, sin llegar a ser verdaderamente olvidados. Hay otro grupo vinculado a fantasías o fantasmas que no fueron olvidados porque nunca fueron conscientes, lo que estaría vinculado a la ruptura de conexiones, a suprimir relaciones causales y aislar recuerdos enlazados entre sí.

El olvido muchas veces está ligado a “recuerdos encubridores”, que conservan todo lo que tuvo importancia esencial en la vida infantil. En el Esquema del Inconsciente expuesto en el encuentro anterior, es posible apreciar cómo el propio aparato psíquico se encarga de encubrir estos eventos y de producir amnesia por parte del sujeto.

El otro tipo de olvido es la repetición en acto, en cual el paciente no recuerda nada de lo olvidado y lo vive de nuevo, sin saberlo. El acto conlleva un problema relacionado con la diferencia entre el pensamiento y la acción: se requiere de un acto motor, de un pasar a la acción, que tiene un efecto de “hecho consumado” para el sujeto. A diferencia de la palabra que tramitaría un síntoma neurótico, no un acto.

En el texto sobre el Inconsciente, Freud hace una distinción entre la vida afectiva y la motilidad del sujeto, planteando que los sistemas Consciente y Pre-consciente regulan la afectividad y el acceso a la motilidad, elevando el valor de la represión y que el dominio sobre la motilidad se encontraría más enraizado que el del afecto. El acto estaría del lado de la motilidad, lo que lo distinguiría de las otras formaciones del inconsciente. Para entender estos procesos se revisará el concepto de REPRESIÓN, proceso clave y fundacional del Inconsciente.

Viene de: "COMPULSION A REPETIR, UNA MANERA ESPECIAL DE RECORDAR 



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